Indudablemente el COVID-19 ha marcado un antes y un después en la manera de hacer negocios y nuestra forma de vida en general.
La crisis derivada de la pandemia por el COVID-19 es una realidad inesperada que escapa a toda medida de contingencia. Tal vez muchos negocios contaban con planes para mantener su operatividad en escenarios distintos a los usuales. Pero eso de prever que todas las personas del globo terráqueo se quedaran en sus casas durante meses, es muy poco probable que lo hayan tomado en cuenta.
Impacto del COVID-19 en los negocios
A pesar de que aún no se sabe si el Coronavirus llegó para quedarse o en qué momento exacto podría ser controlado, se tiene la certeza de que el mundo ha cambiado. Las actividades económicas han sufrido un gran impacto para bien o para mal. De hecho, algunos nichos de mercado han sido mermados y otros se han potencializado.
Es así como el sector turismo ha sido uno de los más afectados y las compañías de envíos y entregas a domicilio han ganado terreno, por ejemplo. Por otro lado, las nuevas necesidades de los consumidores han forzado a los negocios a reinventarse y adaptarse para sobrevivir. En algunos casos inclusive, transformando desde sus productos y servicios hasta la forma de comercializarlos.
Pero, así como las empresas han perdido el contacto con sus clientes al momento de estar imposibilitados de acudir a los puntos físicos, las compras online se han incrementado sustancialmente. Tanto así que los adultos mayores finalmente han cedido ante la actitud renuente a ingresar sus datos a Internet que antes tenían, y han roto esa barrera para quizás no volver atrás.
Negocios después del COVID-19
Luego de haber transcurrido unos meses enfrentándose a esta situación de convivir con un virus y aún con la incertidumbre de cuándo podría acabar, las empresas no tienen más alternativa que prepararse para la era post COVID-19. Algunos de los cambios que los negocios están adoptando y que posiblemente mantendrán en el futuro son:
- Implementación del teletrabajo. Ya muchas empresas han comprobado que pueden continuar siendo productivas sin la presencia física de sus empleados, o por lo menos los relacionados con cargos que se pueden desempeñar a distancia. Además, el trabajo remoto ha demostrado ser una modalidad flexible y conveniente tanto para el empleador como para el trabajador.
- Adecuación de los modelos de negocio. Las compañías apostarán por cadenas de producción más cortas que sugieran menos riesgos. Los servicios a domicilio también son un aspecto relevante a incorporar. Se impulsarán procesos de transformación para ajustarse a los nuevos requerimientos de los mercados.
- Consolidación de plataformas digitales. La automatización de procesos, los sitios webs, las redes sociales y las herramientas digitales nunca fueron tan necesarias como ahora. Hay que tomar en cuenta además que el e-commerce es una alternativa eficaz para que muchos negocios continúen vendiendo sus productos.
- Adopción de nuevas tecnologías. Soluciones tecnológicas como el Big Data y la Inteligencia Artificial serán grandes aliados y un punto clave en el desarrollo de negocios. Al contar con modelos analíticos que permitan conocer el comportamiento y necesidades de los clientes entre otras cosas, les brindará una ventaja competitiva importante.
- Gestión del branding. Con consumidores cada más sensibles y conscientes, las marcas que proporcionan valor son las que prevalecerán en el futuro. Las compañías que comparten su propósito están generando mayor confianza y mejor conexión con las personas, al igual que la sustentabilidad y los aportes a la sociedad serán elementos claves que no habrá que dejar de lado.
Algunos de estos cambios ya se venían dando, pero indudablemente la crisis del COVID-19 los ha acelerado a tal punto de hacerlos imprescindibles y urgentes. Definitivamente los patrones de consumo y los negocios están sufriendo una metamorfosis. En todo caso, nada será como antes.
¿Qué opinas de todo esto?
{{cta(‘728f82b8-4c41-40d9-921a-5ca0cb52961c’)}}