Las estrategias de inteligencia competitiva son la solución a la gran pregunta de cómo hacer para ir un paso adelante frente al dinámico comportamiento del mercado. Descubre de qué se trata y usa todo su potencial a favor de tu negocio.
Diferenciarse de los competidores es una tarea constante de las marcas y aunque existen numerosas vías para lograrlo, utilizar la inteligencia competitiva es una de ellas.
En esto sentido, aprovechar la información disponible públicamente en relación a los consumidores, los avances del mercado y el desempeño de otras empresas con objetivos similares a la tuya, es sumamente útil.
¿Qué es la inteligencia competitiva?
También conocida como inteligencia corporativa o inteligencia comercial, se refiere a la capacidad que tiene una empresa de tomar decisiones a partir de información oportuna y precisa.
Involucra la recopilación y el análisis de datos sobre clientes, competidores actuales y potenciales. Así como también, de otros elementos del mercado que contribuyen a obtener una ventaja competitiva.
Objetivos de la inteligencia competitiva
La finalidad de aplicar técnicas de inteligencia competitiva a los negocios tiene que ver con estar al día ante los cambios constantes del entorno comercial y las necesidades de los consumidores. Esto permite anticiparse para adaptar las estrategias de marketing, modelos de negocio, productos y servicios a las nuevas exigencias del acontecer diario.
Adicionalmente, al estar a la vanguardia de las tendencias, se ve favorecida la innovación. Al igual que, existe mayor facilidad para identificar oportunidades de negocio y posibles amenazas.
Técnicas de inteligencia competitiva
Desde acciones sencillas hasta metodologías sistematizadas más complejas pueden contribuir al desarrollo de la inteligencia competitiva de tu negocio. Entre ellas se encuentran:
- Monitorear las tendencias de la tecnología.
- Estudiar los movimientos de los competidores.
- Practicar la escucha activa en Internet y redes sociales.
- Interrogar a empleados que anteriormente trabajaron para la competencia.
- Hacer estudios de mercado.
- Consumir productos de los competidores.
- Enviar observadores.
- Efectuar benchmarketing.
No obstante, la inteligencia competitiva es un proceso que debe ejecutarse de manera constante. De esta forma, le aporta a la empresa una capacidad dinámica de aprendizaje que sin duda la diferencia de sus rivales.
Sin embargo, hay que tener cuidado de no cruzar la línea divisoria entre lo que es legal y lo que no. Existen numerosas fuentes de información disponibles al alcance del público en general que se pueden utilizar.
A través de bases de datos, noticias, estudios de investigación e inclusive herramientas digitales, es posible monitorear eventos económicos, políticos y sociales que influyen en el área de desempeño de los negocios.
Del mismo modo que se puede investigar el comportamiento de la competencia. Pero ir más allá significaría caer en terrenos de espionaje.
Para terminar, es bueno enfatizar que la inteligencia competitiva es el arma especial de los empresarios visionarios que desean anticiparse a los cambios para innovar, penetrar en mercados emergentes y satisfacer necesidades desatendidas de los consumidores.
En un mundo globalizado, donde la competencia ha pasado de ser los establecimientos comerciales de la misma cuadra a todas las empresas internacionales que apuntan a un mismo público objetivo, no está de más utilizar todas las herramientas posibles que ayuden a tu negocio a estar al filo de la vanguardia.
¿Ya conocías el término “inteligencia competitiva”? ¿Crees que podría ser útil para tu negocio? ¡Deja tus dudas en nuestras redes sociales!